Los romanos
acusan a los germanos de haber asaltado sus residencias de verano
Ayer se confirmó que las bellas residencias de verano de
los patricios, ubicadas en las afueras de la ciudad de Roma, habían sido
asaltadas. Las víctimas acusaron a los germanos de haber sido quienes saquearon
sus viviendas mientras ellos no estaban. Esto, pronto llevó a una gran
discusión entre estos dos bandos.
En vista de lo sucedido, los representantes más importantes
de la zona decidieron reunirse para hablar del hecho y buscar una solución. Un
vecino, que no quiso dar a conocer su nombre dijo: “Desde el principio
sospechamos de los germanos, aunque ellos afirman lo contrario”. “Esto ya nos
había sucedido”, agregó otro. Luego de esta junta decidieron denunciar a los
germanos.
Por su parte, los germanos no se quedaron callados y se
defendieron: “Somos inocentes, los romanos se aprovechan de nosotros, tal como
lo hicieron con otros pueblos” y agregaron: “Son capaces de hacer lo que sea
para beneficiarse y quitarnos las tierras que obtuvimos con esfuerzo y
trabajo”.
Expresaron que por esa razón se sentían muy amenazados por
los nobles, pues si bien ellos no habían cometido esos crímenes era fácil
inculparlos ya que en épocas anteriores habían sido acusados por episodios
similares. Por ello, dijeron que temían ser castigados por hechos que no
llevaron a cabo.
A pesar de todo, los germanos también acudieron a la
Magistratura para intentar resolver el problema y tratar de no ser castigados,
aunque no eran muy optimistas debido a que los romanos siempre habían sido
beneficiados ante ese órgano.
Finalmente, conforme nos informó un enviado del diario, el
magistrado decidió aumentar el patrullaje nocturno en las zonas afectadas y no
castigar a los germanos ya que, debido a la falta de testigos, no se pudo
comprobar que los acusados hubiesen tenido intervención en los robos. En otras
palabras, concluyó en su inocencia..
Sin embargo, no puede olvidarse que los extranjeros, no
solo no han podido explicar el porqué, a diferencia de los romanos, ellos no
fueron objeto de robos a sus propiedades, ni tampoco cómo sus fortunas
aumentaron considerablemente. A ello se agrega que no se muestran atemorizados
ante posibles ataques, dado que no aceptaron que su barrio sea recorrido por
las autoridades durante las noches y a modo de prevención con el fin de evitar
otros hechos delictivos.
Por Mateo Cambiano y Juan Carlos Lanus Ocampo.
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